Fascitis Plantar
El pie soporta nuestro peso, actúa como absorbente de impactos, sirve de palanca para impulsar la pierna hacia delante, adapta y equilibra nuestro cuerpo a las superficies irregulares.
Por todo lo anterior, la patología de pie es muy común, siendo la fascitis plantar la causa más frecuente de dolor.
Anatomía:
Es una aponeurosis fibrosa que se origina en el hueso calcáneo, corre hacia adelante para insertarse en las cabezas de los metatarsianos.
Se compone de 3 partes diferenciadas: las bandas mediales, centrales y laterales.
La fascia plantar tiene un papel esencial de transmisión de fuerzas del tríceps sural hacia los dedos y su visco-elasticidad permite restituir una gran cantidad de energía en cada paso. Durante las diferentes fases de la marcha, la fascia plantar está sometida a tracciones y traumatismos repetidos que la colocan en tensión de forma brusca.
Que se presente la inflamación de esta estructura depende de varios factores entre los cuales podemos mencionar:
- Inicio de actividades deportivas fuertes sin un acondicionamiento progresivo.
- Calentamiento insuficiente.
- Sobrecarga o debilidad muscular
- Defectos biomecánicos. (pies planos, pies cavos, entre otros).
- Calzado inapropiado.
- Obesidad.
- Tipo de actividad física (alto impacto)
- Edad mayor de 40 años.
Los síntomas que se pueden presentar son:
- Dolor en la planta del pie (parte inferior del talón).
- Predomina por la mañana o después de un período de inactividad física.
- Aumenta con la bipedestación prolongada, con actividades que requieren cargar pesos o al caminar de puntas.
El diagnóstico es clínico, es decir, mediante la exploración médica. Por tanto, no es necesario estudios de imagen de rutina.
La radiografía de pie se indica cuando persisten los síntomas a pesar de haber recibido tratamiento durante 1-2 meses.
Uno de los hallazgos más comunes en los estudios de imagen es el espolón calcáneo. El espolón no es la causa de los síntomas sino una secuela del proceso inflamatorio.
Tratamiento
El 85 a 90% de los pacientes se recupera con tratamiento conservador, es decir, rehabilitación. Entre más rápido se detecte y se inicie tratamiento mejor pronóstico.
Para el tratamiento no hay un enfoque único, siempre se debe de utilizar una combinación de modalidades terapéuticas, entre las cuales se encuentran:
Reposo y uso de crioterapia.
Manejo de dolor con analgésicos tipo AINE.
Uso de órtesis (taloneras o plantillas para corregir defectos biomecánicos).
Ejercicios de estiramiento a tríceps sural y fascia plantar.
Fortalecimiento de músculos intrínsecos de pie.
Medios físicos (ultrasonido, laserterapia, ondas de choque).
Infiltraciones
Un pequeño porcentaje de pacientes pudiera requerir tratamiento quirúrgico, pero solo si persisten los síntomas después de 12 meses.
Recuerda que si tienes alguna molestia debes de acudir con tu médico, es el único capacitado para realizar un diagnóstico diferencial. No todo dolor de pie es fascitis plantar y cada paciente es diferente, por lo que el tratamiento debe de ser individualizado e indicado después de una adecuada valoración médica.
Referencias:
-Lafuente Guijosa A, et al. Tratamiento de la fascitis plantar. Reumatol Clin. 2007;3(4):159-65
-Thompson JV, et al. Diagnosis and Management of Plantar Fasciitis. J Am Osteopath Assoc. 2014;114(12):900-906
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